¡Buenos dias
personitas hermosas! Hoy es martes y les traigo una reseña de la que estoy muy
orgullosa de compartir con todos ustedes. Hoy traigo la reseña de “Bajo la Luna
del Amazonas” primer lectura conjunta en la que participó el blog, junto con
las chicas de Cadena de Comentarios. Quiero agradecer en primer lugar a Eva, mi
bella madrina, quien fue una de las encargadas de organizar la lectura conjunta
y contactarse con la editorial, de verdad admiro todo el trabajo que dia a dia
hace tanto para promover la lectura, como para dar a conocer nuevos escritores,
y ayudando a los demás. Y también agradecer a la autora del libro, Lydia Alfaro,
por cedernos su joyita para que la disfrutemos y les contemos nuestra opinión.
Entonces, sin mucha más cháchara, ¡vamos con la reseña!
BAJO LA LUNA DEL AMAZONAS. LYDIA ALFARO.
Tras un terrible trauma Melinda lucha por volver a ser feliz y darle sentido a su vida. En corazón de la selva encontrará el amor apasionado que cambiará su vida. Una historia de aceptación, pasión, deseo, amor y calma. Melinda acaba de terminar la carrera de Magisterio y se dispone a celebrarlo disfrutando de unas vacacion
Empecemos por lo
primero, el prólogo: me hizo llorar. A moco tendido. Creo que tarde dos minutos
en leerlo y quedar toda “QUE CARAJOS” (en el buen sentido), eso fue una buena
señal para mi, auguraba que iba a ser una historia que me iba a tener
enganchada hasta el final.
Y el augurio se
cumplió.
Bajo la luna del
amazonas empieza siendo una historia desgarradora, oscura y triste en la que
tenemos a una protagonista, Melinda Moon, peleada con la vida. Y con muy pocas
ganas de hacer las paces. Entendible, por supuesto, después de vivir los
trágicos hechos de los que ha sido testigo, y tener que seguir adelante con tal
carga… Duro. Difícil. ¿Posible?
Melinda, tenía
sueños, planeaba su futuro con ansias, era feliz. Y todo esto desaparece de un
momento al otro gracias a un terrible accidente de coche en el que será la
única sobreviviente, dejándole horribles recuerdos, sentimientos de culpa, y un
futuro oscuro y truncado, lejano y amargo del que no quiere hacerse cargo.
La autora nos
narra con una increíble facilidad, las penas de la señorita Moon, y hace que compartamos
ese sentimiento de dolor y pesadez, que ella siente tratando de salir adelante.
Todo empieza a
cambiar cuando Melinda Moon toma una de las decisiones más difíciles de su
vida: dejar todo lo conocido en España, y salir en busca de un sueño casi
olvidado y dejado, ayudando a una ONG en un pequeño pueblo de Perú, a construir
un colegio para los niños de la zona. Este viaje, comenzado a los tumbos, nos
presenta a una Melinda asustada como un conejito bebe, sin saber qué es lo que
va a encontrar en estas tierras desconocidas. Todo es un mundo nuevo para ella,
desde los paisajes, hasta el acento lugareño de los habitantes e incluso todas
esas personas nuevas que de a poco van a ir formando parte de su nueva vida.
En esta parte de
la historia, empezamos a conocer a algunos personajes secundarios que van a
convertirse en bastante importantes con el correr de la historia: tenemos a
Alex y Rosa y Cai, quienes dan la bienvenida a Melinda y con el correr de los días
van ayudándola a aclimatarse y a sentirse como en casa. Ya dejamos atrás los
tios de Melinda, quienes se quedan en España con el corazón pesado con su
sobrina (una relación también muy interesante en el antes y después de Moon)
Y además de estos
buenos amigos, los habitantes de Puno y del pueblo donde la ONG trabaja,
Melinda Moon conoce a Hugo, su coordinador y acá empezamos con los pesares del
corazón.
No voy a revelar
mucho de su historia, pero si voy a decir que la autora transmite de manera increíble
los sentimientos de ambos, y es una historia que avanza lentamente, dando
tumbos, un paso adelante y tres atrás, y da gusto leerla, porque al ir de a
poco es totalmente creíble y te llega de verdad al corazón.
Esta es una
historia de esperanza, de sueños, de seguir adelante, de no dejarse avasallar
por miedos, por dolor aunque sea el más profundo de todos. somos privilegiados
al tener la vida que tenemos, sin importar el lugar donde vivimos, lo mucho o
poco que tenemos, la cantidad de bienes o comodidades. Al final de la historia
todos somos iguales, y todos volvemos al mismo –lugar– cuando nos toca, sin
importar las creencias, ya sea el cielo, universo, la nada misma, todos
volvemos a ser iguales en un punto y todos merecemos vivir y disfrutar de la
vida. Eso es algo que la autora nos deja en claro y de verdad me ha llegado
mucho. Vivir. Ser felices. Darse una oportunidad.
Los últimos capítulos
me mantuvieron literalmente toda: KHFSKHFKSHDJSKKDJHSK. El final y el epilogo
son buenísimos, y cuando termine de leer me salio un poderoso suspiro todo
FUUUUFFF.
Definitivamente
es una historia que me encantó, muy bien escrita, ideas concretas, bien
expresadas, y que te hacen emocionar.
¡¡LES RECOMIENDO
ESTE LIBRO MUCHO!!
Gracias de nuevo
a Eva, a Toomboktu, a Lydia Alfaro y a las chicas de cadena de comentarios
<3
¡Nos vemos en el
próximo post! ¡Los quiero!